Banano verde, la innovación de los snacks en Colombia

En la Zona Bananera del departamento del Magdalena, a unos 45 minutos de Santa Marta, su capital, empieza el proceso de producción de uno de los emprendimientos más destacados de la región: Bananitas, empresa de alimentos que gracias al autóctono banano verde, logró ingresar y posicionarse en el mercado nacional e internacional.

Todo empezó hace, exactamente, diez años, cuando Sergio Carrillo y Enrique Vives, líderes de este emprendimiento, cansados del escaso mercado laboral que registraba Santa Marta, su ciudad natal, y en general todo el país, decidieron apostarle a la independencia.

Aunque inicialmente no tenían muy claro cuál sería la idea de negocio que echarían a rodar, después de muchos análisis estos profesionales en administración de empresas e ingeniería electrónica, respectivamente, vieron en los snacks un sector interesante para explorar.

Pero Carrillo y Vives no querían ser una empresa de snacks tradicionales. Ellos buscaban entrar al mercado con un producto innovador, pero que guardara las características de esos alimentos. Así que decidieron lanzarse a producir pasabocas a base de banano de Santa Marta, lo que además de hacer el proyecto singular, pues la mayoría de chips de este tipo utilizan como insumo el plátano, le daría un carácter autóctono y diferenciador.

“En realidad no nos inventamos nada extraordinario, decidimos usar como insumo uno de los productos típicos de la alimentación samaria y que hemos consumido toda la vida, para darle un aspecto más comercial y popularizarlo como snacks a nivel caribe”, señaló Carrillo, gerente de Bananitas, en entrevista con Colombia-inn.

Aunque Banatitas fue formalmente constituida en el 2007, solo hasta el 2009 la compañía inició su proceso productivo. “Después de tocar muchas puertas, recibimos la primera orden de compra por dos millones de pesos. Se trataba de un pedido bastante grande para nuestra incipiente producción. Sin embargo, esa era la gran oportunidad para demostrar de qué estábamos hechos. Trabajamos durante 36 horas sin descanso y al final logramos el objetivo, de ahí en adelante no hemos parado”, agregó Carrillo.

En la actualidad, además de las moneditas de banano verde, como se llama su principal producto y que viene en sabores: natural, limón, pollo y BBQ, la empresa ha complementado su portafolio con snaks de tocinetas, chicharrones y uno en el que combinan estos tres ingredientes, conocido como RicoMix.

Actualmente la producción de Bananitas asciende a más de 7.000 paquetes diarios, productos que son comercializados en Colombia en colegios, universidades, autoservicios y supermercados regionales. En Estados Unidos son distribuidos en diferentes puntos de venta a través de firmas internacionales, en ese caso, bajo diversos nombres.

Crecimiento con responsabilidad

La cadena de valor de Bananitas empieza con el cultivo del banano verde, actividad que realizan pequeños agricultores ubicados en la zona bananera del departamento, a quienes la compañía les compra al día entre 1.500 y 2.000 kilos del producto. “Son pequeñas parcelas de una o dos hectáreas dedicadas, exclusivamente, a la producción de Bananitas”, comentó Carrillo.

Ya en la planta de producción, la compañía cuenta con un equipo de trabajo conformado en su mayoría por mujeres cabezas de familia, provenientes de diferentes pueblos de la región. Actualmente Bananitas genera 50 empleos directos, entre personal operativo y administrativo.

Bananitas cuenta con un equipo de trabajo conformado en su mayoría por mujeres cabezas de familia, provenientes de diferentes pueblos del Magdalena.

Líneas de negocio complementarias

Después de siete años de arduo trabajo y de alcanzar el reconocimiento como una de las industrias del departamento del Magdalena con los mayores estándares de calidad, gracias, entre otros aspectos, a la incorporación de tecnologías limpias en su proceso de producción, Bananitas lanzó en el 2016 una nueva línea de negocio.

Aprovechando el potencial de su cocina, lugar en el que se concentra la mayor actividad de su producción, pues allí se pela, corta y frita el banano verde y se transforman los demás insumos, Bananitas decidió ingresar al mercado del catering para suplir la creciente demanda de servicios relacionados con este sector que estaba registrando el departamento.

De acuerdo con el líder de este emprendimiento, por tradición, los servicios de este tipo eran prestados por empresas de otras ciudades o en algunos casos por pequeños negocios que no eran especialistas en este segmento, lo que motivó a Bananitas a convertirse en la primera empresa local en ofrecer un portafolio para estos requerimientos.

Un año después de poner en marcha su línea de negocio ´Cocina Institucional´, la compañía comercializa, en promedio, 2.500 refrigerios, 1.300 almuerzos y más de 500 cenas. Sus principales clientes son la Sociedad Portuaria de Santa Marta, la Universidad del Magdalena, Cerrejón y Drummond, entre otras grandes empresas.

Un futuro prometedor

Además de seguir posicionado su marca en el mercado local y continuar produciendo para los comercializadores internacionales bajo sus marcas propias, Bananitas busca abrir nuevos mercados en el exterior, especialmente en el mercado centroamericano, cuyas expectativas son bastante interesantes. También existen unas negociaciones avanzadas con Chile y Perú.

Bananitas espera, en el corto plazo, ampliar su portafolio de snacks con otros productos tradicionales de la costa como la yuca, que por tradición siempre ha llegado al Caribe de la mano de industrias de Medellín, Manizales y Bogotá, entre otras ciudades del interior del país. Pasabocas a base de papa es otro de sus proyectos inmediatos.

De esta manera, con la ampliación de su portafolio de productos y servicios, Bananitas busca aumentar significativamente sus ventas, que actualmente están por el orden de 450 millones de pesos mensuales.

El continuo aporte que Bananitas hace al progreso de la región Caribe y, en general, al desarrollo del país, se ha construido gracias a productos e ingredientes cultivados y elaborados con los más altos estándares de calidad; incorporando tecnologías limpias en su proceso de producción; generando empleo y bienestar a diferentes hogares a través de la contratación de madres cabeza de familia; promoviendo la capacitación permanente de su personal de trabajo; preservando el medio ambiente y llevando al mundo la buena imagen y los sabores de Colombia”, concluyó Carrillo.

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