Perú: MINAGRI desarrollará tecnología que proteja al banano orgánico de letal Hongo Fusarium Oxysporium
Con el apoyo de científicos internacionales, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) ha iniciado los estudios científicos en campos de producción de banano orgánico y plátano de las regiones de Piura, Junín y Tumbes respectivamente con el fin de priorizar una Agenda de investigación que permita desarrollar tecnologías de prevención y protección de este cultivo ante la posible llegada del letal hongo Fusarium Oxysporium raza 4 tropical.
El estudio, “Plan de acción y de investigación del manejo ecológico preventivo frente al Fusarium oxysporum”, desarrolla en su primera fase visitas a campos de cultivos en los valles de Alto Piura y río Chira (Piura); distritos de Perené, Vitoc, Chanchamayo y San Luis de Shuaro (Junín); así como zonas de Becerra Belén y Malval en los distritos de Pampas de Hospital y Corrate (Tumbes).
La evaluación fitosanitaria, dirigida por expertos internacionales y científicos peruanos, consiste en verificar el estado de las plantaciones apoyados de imágenes áreas de drones, analizar los procesos en los centros de empaque de fruta, así como conocer experiencias exitosas de manejo del cultivo de productores y organizaciones agrarias.
Los resultados de este estudio permitirán al INIA-MINAGRI desarrollar una Agenda de investigación que adecue un manejo ecológico preventivo para analizar las congruencias entre la bioseguridad, la intensificación ecológica y la inocuidad, con el fin de excluir la Raza 4 Tropical en un corto plazo.
En el Perú existen 160 mil hectáreas de producción de plátano y banano, concentrándose más del 70% en la región amazónica. Desde el año 2,000 nuestro país se ha convertido en uno de los principales exportadores de este cultivo permitiendo una mejor calidad de vida de los productores.
El Fusarium Oxysporium raza 4 tropical es una nueva raza de hongo que, por sus características, ocasiona síntomas de marchitez y muerte de la planta de banano orgánico y permanece por décadas en el suelo, haciendo difícil su manejo.
Fuente: INIA