El sector bananero de Filipinas sufre malestar
Filipinas es uno de los principales proveedores de bananas en el mercado mundial. Sin embargo, a causa de problemas de calidad y del malestar social que sufre el país, los importadores extranjeros están empezando a operar con otros países de origen. Las empresas del sector bananero filipino están preocupados y solicitan ayuda del Gobierno.
Filipinas podría ser capaz de recuperarse en el segundo trimestre de 2017, pero las actuales relaciones entre el Gobierno y los rebeldes son precarias, en el mejor de los casos. “Creo que los rebeldes podrían estar tratando de poner a prueba la paciencia del Gobierno. Seguramente, querrán descubrir si la cruzada del presidente Duterte para iniciar un acuerdo de paz de larga duración es sincera”, opina Stephen Antig, director ejecutivo de la Asociación de Productores y Exportadores de Banana Filipinos (PBGEA).
Según Antig, los planes de expansión de los inversores se han suspendido. “¿Quién iba a querer invertir estando así la situación? Es un duro revés para Filipinas, sobre todo porque las inversiones en el sector bananero son muy significativas”.
El Gobierno de Filipinas ha estado cooperando con una multinacional sita en Oriente Próximo para llevar a cabo un plan destinado a aumentar la superficie de cultivo hasta alcanzar entre 5.000 y 10.000 hectáreas. También este plan ha tenido que suspenderse por la problemática actual. “Imaginemos la cantidad de empleos que podrían haberse creado con esta expansión, que estaba programada para la región musulmana”.
Otros problemas que atormentan a la exportación de bananas filipinas tienen que ver con los problemas de calidad, motivo por el cual las bananas de las regiones latinoamericanas han visto incrementar su demanda. Estos problemas vienen provocados por unas condiciones meteorológicas cambiantes, las cuales tienen un efecto más pronunciado en países como Filipinas, si se compara con otros como Ecuador.
Pese a estos infortunios, los productores y los exportadores de Filipinas han forjado relaciones comerciales duraderas con clientes de mercados como China. “Estamos recibiendo mucha demanda de los importadores chinos”. Para atender como es debido este aumento de la demanda, el sector bananero de Filipinas necesita crecer.
El mercado no ha cesado de cambiar, con nuevas incorporaciones al sector como los países de la ASEAN. Por consiguiente, Antig opina que el Gobierno filipino debe reforzar su apoyo. Por ejemplo, debería mantener negociaciones comerciales con otros países para reducir los aranceles de importación a los productos filipinos.
Como sostiene Antig, el Gobierno ya ha dado muestras de ser consciente de la importancia del sector bananero. “En el pasado, apenas recibíamos atención y apoyo suficientes. No obstante, siguen sin serlo. Nos encontramos en desventaja frente a los países de la ASEAN, nuestros vecinos, quienes han sido capaces de suscribir un tratado comercial con mercados que, tradicionalmente, eran nuestros, tales como Japón y Corea del Sur”.
En general, Japón es el mercado más importante para Filipinas, pues es el máximo proveedor de bananas para los nipones. Sin embargo, la exportación a Corea del Sur ha caído más de un 40%. Esta reducción de las exportaciones es consecuencia de la pertinaz sequía que Filipinas sufrió entre 2015 y 2016.
“Si no queremos que nuestros competidores vecinos nos usurpen nuestros mercados de exportación de bananas, más vale que nos espabilemos. Hay muchas personas en Filipinas que dependen de nuestro sector. Debemos encontrar nuevas formas de poder competir en el mercado mundial”.
Puesto que Filipinas se ha convertido en un exportador de bananas competitivo en el mercado internacional, la competencia interna es una constante. No obstante, Antig considera que la competencia es algo positivo. “A pesar de la competencia nacional, nos hemos unido para solucionar problemas como el malestar social. Nos apoyamos los unos a los otros y nos mantenemos unido”, argumenta Antig.
Filipinas también produce otro tipo de frutas, como piñas, guyabano, mango, coco y yaca. Es necesario que los productores y los exportadores adopten una táctica más dinámica en la promoción de este tipo de frutas.
Los países europeos ya se han fijado en Filipinas y su búsqueda de oportunidades de importación y exportación es incesante. No obstante, Antig tiene sus dudas de que Filipinas esté lo bastante preparado para este tipo de comercio. “¿De verdad estamos preparados para eso?”, se pregunta Antig. Los actuales problemas gubernamentales evitan que el sector pueda hacer frente adecuadamente a la competencia global. “Espero de verdad que el cambio real y duradero se produzca pronto”.
Fuente: Fresh Plaza; El Productor